Introducción
La sociedad de la información, tecnologías digitales y educación. Área (2002)
En esta primera entrada reflexionaré sobre el concepto de brecha digital y analizaré cada uno de los aspectos que inevitablemente influyen en nuestra civilización, ya sea de un modo positivo, o de lo contrario negativo.
Como bien sabemos “La sociedad de la información” es un fenómeno que ha arrasado el planeta e invadido nuestras vidas, a pesar de ser fructífera su implantación creo que se debería haber establecido de forma paulatina, ya que las tecnologías avanzan muy rápido y nos cuesta ajustarnos a sus agilizados cambios.
Contemplar la evolución de la sociedad es un hecho conmovedor por mi parte, soy consciente de que existen desigualdades entre las personas, se con certeza que muchas de estas distinciones vienen marcadas por las clases sociales, por las diferencias entre las razas existentes, por el funcionamiento de organismos políticos y por la carencia de oportunidades entre otras cosas. Aún así, puedo decir que gracias al descubrimiento de las tecnologías digitales estas barreras tan presentes en la actualidad se están debilitando debido a la unificación de culturas que dichas herramientas están propiciando.
En la antigüedad predominó la revolución industrial, período histórico comprendido entre la segunda mitad del S.XVIII y principios del S.XIV, donde aparecieron las fábricas y junto a ellas los puestos de trabajo, dado que hubo más máquinas y más oportunidades para mejorar la calidad de vida del ser humano. He de decir, que junto a estas ventajas también vinieron desventajas, puesto que la transformación de la materia prima en materiales de consumo obviamente contamino, contamina y contaminará nuestro medio natural.
Con esto quiero decir, que cada tiempo histórico trae consigo beneficios y repercusiones implícitas, que únicamente serán enfrentadas o vencidas si nosotros los ciudadanos tenemos la capacidad de estar abiertos a esos cambios tan drásticos que la mayoría de las veces nos hacen dudar de nuestras propias habilidades. Personalmente creo, que en la sociedad se producen cada vez más alteraciones, peligros o dificultades que nos hacen vivir en alerta continuada. Todo a su vez suele ir más rápido y hay que tomar más decisiones en menos tiempo, la tecnología y las máquinas al día de hoy son más complejas y exigen una mayor capacitación, motivo por el cual dudamos de nosotros mismos ya que no estamos los suficiente cualificados para afrontarlos.
Nuestro entorno social, económico y cultural se ha ido modificando en los últimos años, la transformación desde un modelo de sociedad industrial hacia la sociedad de la información es un proceso en el que se cruzan factores y fenómenos más complejos que los meramente representados por la aparición de las tecnologías digitales, que a mi modo de ver nos están abriendo las puertas hacia un futuro mejor o al menos con mayor calidad de vida.
La globalización aquí juega un papel importante, funciona como una colección de cambios y realidades en la economía y en otras áreas, un fenómeno de apertura hacia las distintas fronteras como resultado de la reciprocidad comercial, la difusión de la información y el intercambio de ideas entre las personas. Este proceso, tanto geográfico como sectorial se ha venido gestando mucho antes del nacimiento de las tecnologías y comunicación de la información, aunque en los últimos años se ha acelerado gracias a ellas.
Las tecnologías digitales no son las causantes de las transformaciones profundas, pero si cobran un gran valor puesto que favorecen el crecimiento en cualquier sector y ayudan a que nuestra civilización progrese. No obstante, he de remarcar que existen análisis que describen las tecnologías en criterios meramente mercantiles.
Echevarría (1999), nos muestra varios discursos que posiciona a las tecnologías en puestos diferentes:
- Discurso mercantil donde la sociedad de la información está ligada a intereses económicos.
- Discurso crítico-político donde se defiende que las tecnologías deben estar al alcance del desarrollo social y humano.
- Discurso tecnocentrista donde la revolución digital se convierte en el eje del cambio social y cultural.
- Discurso apocalíptico en el que las tecnologías de la información representan la nueva ilustración de nuestra sociedad.
A la vista está la polémica que acompaña la brecha digital al definirse como un interés material en lugar de resaltar que es una estrategia que potencia también el desarrollo moral y humano de nuestra sociedad. En este sentido y valorando de forma objetiva añadiré que el manejo de las TIC en el contexto actual es crucial para el crecimiento de nuestro país, si aumenta el acceso de las tecnologías se espera que aumente la productividad, que aumenten los salarios y que se incremente el crecimiento económico.
Las tecnologías han transformado nuestra vida, tanto en el hogar, como en la escuela y en el trabajo. Esto es especialmente notorio en la educación, dado que el uso de las nuevas tecnologías ha cambiado el concepto de enseñanza, el rol del profesor, el aprendizaje y las necesidades de los estudiantes. Las tecnologías digitales ofrecen a los alumnos toda clase de herramientas altamente efectivas para que puedan aprender por sí solos, manejando la información y transformándola en conocimiento.
Uno de los retos educativos es formar a los alumnos para que ellos mismos sean capaces de distinguir la información, es decir, sepan diferenciar lo que es relevante de lo superfluo. En mi opinión, esta innovación de enseñanza rompe por completo los aprendizajes tradicionales que tachaban al alumno como un ser pasivo que recogía los conocimientos que el docente le daba. En esta nueva línea educacional el discente es el propio protagonista de su aprendizaje, aprende a analizar las distintas situaciones, aprende a reflexionar sobre los conocimientos adquiridos, como bien nos diría Piaget existe un equilibrio entre los estados de asimilación y acomodación, puesto que el sujeto asimila los conocimientos adquiridos y los acomoda para modificar la nueva información y así introducirla en sus esquemas mentales.
El rol del docente debe ser activo en cuanto a disponibilidad, por supuesto no debe dar las cosas hechas pero si tiene que situarse entre lo que su alumno sabe y lo que puede llegar a saber. Vigotski lo denominaría la zona de desarrollo próximo, distancia entre la zona de desarrollo real y la zona de desarrollo potencial.
Si queremos que un estudiante sea competente, la práctica docente debe caracterizarse con dicha competencia, un profesor debe facilitar el aprendizaje, debe guiar el recorrido, debe lanzar preguntas para hacer a sus alumnos reflexionar, debe potenciar un aprendizaje donde los aprendices desarrollen estrategias cognitivas que les sirvan para enfrentar lo nuevo, si un maestro enseña a aprender, los sujetos aprenderán a aprender. Por lo tanto, si un profesional defiende esta metodología constructivista las TIC serán utilizadas con sabiduría, servirán para crecer dentro del ámbito laboral y personal, servirán no sólo para alimentar nuestra civilización, sino el planeta entero, además de convertirse en una herramienta que reeducará nuestra filosofía de vida conduciéndonos hacia el éxito moral que indudablemente será la clave para resolver las adversidades que nos depara la vida.
En definitiva, la educación es el motor de aprendizaje de cualquier individuo, integrar las nuevas tecnologías en el sistema y cultura escolar evitará que el día de mañana seamos unos analfabetos tecnológicos, potenciará en las generaciones venideras un entramado social calificado para encarar los desafíos a los que estamos expuestos y como no veremos el aprendizaje como un viaje que nace desde el interior de la persona dado que ha sido labor de los alumnos construir su propio futuro, un futuro lleno de éxito.
Tendencias en la educación en la sociedad de la tecnología de la información
Desde hace años se anuncia el advenimiento de la sociedad de la información, pero por falta de interés o desconocimiento nunca me había parado a pensar las enormes repercusiones que traían su aparición, y no sólo por sus transformaciones económicas y sociales, sino por los cambios en nuestra forma de pensar y de funcionar como personas.
Estar en contacto con esta privilegiada información me ha ayudado a comprender la importancia que tienen las tecnologías en nuestros días y el beneficio que aporta a los estudiantes, ya que rompen por completo una educación obsoleta donde carecíamos de autonomía para crear nuestros propios pensamientos, donde el profesor en lugar de educar se dedicaba a inculcar sus propios ideales y conocimientos.
La introducción acelerada de las nuevas tecnologías ha hecho que la humanidad se vaya adaptando de forma rápida a sus inesperados cambios, aspecto que desde mi punto de vista define y defiende el papel que desempeña el ciudadano frente tal desarrollo técnico.
Los cambios tecnológicos han dado cabida a cambios radicales en la organización del conocimiento, en las prácticas profesionales, en las formas de vida social y reflexión humana, en la interacción personal y sin ir más lejos en la educación que se imparte en la actualidad.
Apoyándome en una visión retrospectiva, he de matizar que a pesar de haber evolucionado la sociedad, jamás lo hizo con la eficacia que se está contemplando en estos momentos. Por ejemplo, una de las primeras revoluciones que vivieron nuestros antepasados fue la aparición del lenguaje, manera en la que se podía codificar el pensamiento. Este descubrimiento permitió describir oralmente la realidad en la que estamos inmersos, que las personas se entendieran entre ellas, comunicar sentimientos, potenciar capacidades cognitivas como puede ser la inteligencia y entre otras cosas desarrollar aquellos aspectos intrapersonales que nos ayudan a manejar la información, comprenderla y recuperarla cuando se precisa.
Adherido a este hallazgo, una transición lenta pero muy significativa, emergió también la lengua escrita un objeto socio-cultural, “una tecnología” colectiva que viene sirviendo desde hace siglos para resolver los problemas que las sociedades se plantean. Una dimensión que nos dio la oportunidad de ver el mundo de otra forma y reeducar nuestros pensamientos.
Las instituciones educativas durante décadas se centraron en enseñar los procesos de lectura y escritura, incluso al día de hoy se pone énfasis en la importancia que tiene enseñar a los niños la lectro-escritura , independientemente de que esté a favor o no con la metodología que se utiliza. Lo que quiero decir con lo argumentado es que históricamente hemos sufrido cambios que han enriquecido nuestra especie y amenizado nuestro recorrido en la vida, ya que a diferencia de la clase animal nosotros podemos codificar pensamientos, reestructurar la consciencia y representar gráficamente nuestro lenguaje.
La lengua escrita nos sirve para conservar el conocimiento en el tiempo, podemos divertirnos jugando con ella, un claro ejemplo sería cuando practicamos el juego de las palabras, podemos transmitir o recibir información reciente mediante periódicos o circulares, podemos comunicarnos con otros a través de cartas, etc. Es evidente que estos sistemas de comunicación fueron grandes fenómenos históricos, motivo por el cual estoy asombrada por el impacto que han originado las nuevas tecnologías de la comunicación e información en nuestros días.
Con los avances tecnológicos se ha logrado contar con sistemas de comunicación más eficaces, de mayor alcance, más potentes y prácticos. Se ha conseguido enriquecer los sectores económicos, se han remplazado los puestos de trabajo por empleos más cualificados y de menor esfuerzo físico, se han unificado las culturas y se ha conseguido difundir el conocimiento para que todos tengamos acceso, es decir, las mismas oportunidades de aprendizaje, factores que han incidido directamente en la educación ya que se necesita restablecer para estar a la altura de estos grandes progresos.
Todos estos hechos complejos pero asumibles nos lleva a considerar el aprendizaje de las TIC dentro de las escuelas, y no sólo como una herramienta didáctica que facilita el conocimiento, sino como una innovación tecnológica que forma parte de nuestra vida cotidiana puesto que se encuentra en todos los contextos. Sin embargo, no debemos olvidar que la educación en sí tiene problemas para adaptarse a lo nuevo, ya sea por estar arraigada a una filosofía tradicional o por mostrarse reacia a cambiar su manera de funcionar.
En este apartado haré especial hincapié, dado que me siento bastante identificada con lo mencionado. En mi opinión, creo que los profesionales que constituyen la comunidad educativa se muestran reticentes a las tecnologías porque se sienten inseguros frente a ellas, es difícil incorporar en tu quehacer diario un artilugio que requiere una altísima capacitación.
Recuerdo un artículo que leí no hace mucho sobre la aventura de ser maestro, una experiencia educativa que revelaba que nadie nace siendo maestro, que nadie se hace maestro mediante una titulación en el bolsillo, sino ejerciendo la profesión dentro de las aulas, aprendiendo por ensayo y error, madurando conocimientos para estar abiertos a los cambios y a las necesidades de los alumnos… Estas sensaciones que al día de hoy invaden mi ser, me impulsan a reflexionar sobre aquellas inseguridades que tuvieron los profesores en su primer día de trabajo, miedos que florecen de nuevo en sus prácticas al tener que usar una herramienta digital que altera el funcionamiento de sus clases y al no disponer de habilidades para poder usarla con eficacia.
Como podemos ver Internet quebranta los modelos de enseñanza tradicional, modifica tanto los roles de los profesores y alumnos como su metodología. Aquí podríamos hablar de los nuevos entornos de enseñanza/aprendizaje, escenarios donde la interactividad predomina entre el alumnado y no únicamente se benefician aquellos que tienen la oportunidad de asistir a clase, sino también aquellos sujetos que por circunstancias ajenas no puede presenciar dichas prácticas.
Hoy en día desde un ordenador remoto cualquier usuario puede adquirir una educación digna y equivalente a la de sus iguales, puede mantener conversaciones con profesores y compañeros que le ayuden a resolver dudas y alimentar su conocimiento, puede intercambiar información, designar la que es relevante o no, averiguar atajos para que su formación sea más rápida y provechosa dado que las redes digitales nos permiten acceder a dicha información desde cualquier sitio, además de ofrecernos distintas fuentes para poder verificar los datos e interiorizarlos en la medida de los posible.
Definir los beneficios de las tecnologías me ayuda a concienciarme de la gran ventaja que tendría mi aprendizaje si las incluyo en mi formación. Puedo percibir el papel activo que un sujeto adquiere al dominarlas, dado que aprende a manejar la información, desarrolla destrezas y habilidades para agilizar su búsqueda, para seleccionar lo que realmente interesa, además aprende a procesar y asimilar dicha información según su ritmo y dedicación.
El rol del profesor en este proceso cobra gran importancia, es un ejemplo a seguir y como tal referencia debe ser competente en su labor. Su tarea no es la de bombardear a los discentes con conocimientos, él debe adquirir el rol de facilitador de conocimientos, debe servir guía, enseñar fuentes de información apropiadas que amenicen la trayectoria de los sujetos, debe ser creador de hábitos y destrezas en la búsqueda y debe enseñar cómo tratar la información, no somos ordenadores, por lo tanto no podemos almacenar datos innecesarios.
En definitiva, la educación en la sociedad de la información tiene que ser vista como un agente de igualdad social y de desarrollo personal, debe concebirse como un derecho básico similar al que generaron la escuelas públicas, donde todas las personas tuvieron la posibilidad de acudir al colegio sin ser etiquetados por su condición social, raza o género y dejar de funcionar como un producto mercantil que potencia la economía.
Reflexión del vídeo y sobre cómo debe ser la alfabetización del S.XXI
Tras revisar el tema y tener una ligera idea sobre las distintas lecturas me gustaría compartir que pienso sobre la introducción de las TIC en la sociedad del S.XXI y los factores que eliminaría para que no fuera concebida como un bien material, sino como una innovación histórica que da pie a un cambio de vida y necesario para nuestra prosperidad.
El nacimiento de la sociedad de la información y comunicación es un hecho evidente en nuestros días, únicamente personas desinteresada en los cambios y con pocas posibilidades de tener acceso a ellas viven apartadas de su revolución. No debemos olvidar que con el auge de las nuevas tecnologías el distanciamiento de las personas mayores es aún mayor, ya tuvieron suficiente con tener que aprender a leer y escribir en su día, aunque he de decir que en estos momentos me siento como ellos.
Sin embargo creo, que a pesar de cobrar gran importancia y de fomentar las relaciones sociales, se han perdido costumbres muy significativas relacionadas con los eventos que nos proporciona la cultura tradicional. Un ejemplo lo podemos ver en una reunión familiar, en la que todos estamos sentados a la mesa para comer. Las personas mayores interactúan entre ellas, los niños pequeños corren por la casa, los padres miran el televisor y la juventud de hoy en día no es capaz de mantener una conversación porque están concentrados en investigar cómo funciona su nuevo sistema operativo del móvil o chateando con un amigo que posiblemente será visto después.
La interactividad aumenta entre los individuos, una actividad que se práctica desde la distancia y la verdad que nos beneficiamos todos, tengo amigos y familiares que viven fuera de Ibiza y si no fuera por estos avances tecnológicos apenas mantendría una relación, pero creo que abusamos mucho de ellas ya que el mero hecho de reunirte para comer desde mi punto de vista ya es un momento sociabilizador.
Existen cambios en la filosofía de vida, pero esos cambios tan drásticos en ocasiones se convierten en hábitos ineducados y que pueden ofender a otras personas, sobre todo a esas personas mayores que por falta de conocimiento no pueden descubrir el mundo que la era digital pone a nuestros pies. Por este motivo, me atrevería a decir que por respeto a nuestros abuelos y entre algunos de nosotros padres, deberíamos evitar en esas situaciones el uso de dichas tecnologías ya que se está perdiendo la comunicación real, el discurso oral, dimensiones que hicieron florecer y evolucionar la especie humana en su resplandeciente nacimiento.
No obstante, es emocionante observar cómo cambia el conocimiento, cómo se adquiere el conocimiento y que oportunidades se nos ofrece para estar en contacto con citado conocimiento. Desde la aparición de las tecnologías, en este caso los ordenadores, mi hábito de lectura se ha ido incrementado en el tiempo, jamás tuve el valor de leer un libro por mi cuenta, sólo leía aquellos que se me obligaba en el colegio o los que pensaba que me ayudarían a crecer a nivel personal. Es triste decir esto, pero no siento vergüenza de ello, porque en la actualidad práctico mucho la lectura y aunque Internet nos proporciona cantidades grandes de información he aprendido a seleccionar la que realmente me interesa o la que necesito en un momento puntual, cosa que antes no sabía o la vaguería me impedía hacerlo.
La digitalización nos facilita la información de forma organizada, clasificada, da cabida a distintas fuentes que se pueden tantear simultáneamente, nos enseña atajos para no perder el tiempo dispersándonos con datos superfluos que deben ser pasados por alto, podemos acceder a un documento desde cualquier espacio y tiempo, en resumen amenizan y aligeran nuestra manera de funcionar.
La independencia que favorece Internet fomenta la autonomía de sus usuarios, ya que pueden acceder con inmediatez a una información que les puede servir de apoyo en la vida diaria. Por lo tanto, otro rasgo que las caracteriza es que fortalecen la independencia personal, aunque de lo contrario también cree sujetos dependientes. La constante comunicación e intercambio de información amplia la eficacia y el bienestar de la civilización.
Las tecnologías de la comunicación e información nos aportan muchos beneficios, pero no debemos obviar que al ser un arma de doble fila también trae consigo una cara amarga. Aumenta las desigualdades, puesto que no todo el mundo tiene las mismas oportunidades de aprendizaje o el poder adquisitivo que se necesita para tener al alcance una herramienta de tal prestigio. Se defiende que es un derecho básico de las personas, por esta razón pienso que se debería hacer público su uso y no cobrar en una biblioteca una determinada suma de dinero por darle utilidad.
Leyendo los artículos he encontrado un apartado que me ha llamado mucho la atención, el cual mencionaba que era negativo que existiera una unificación de culturas, acontecimiento que valoro de forma positiva. Entiendo que cada región tiene su propia cultura y tradición en sus costumbres, aspecto que nos ayuda a identificarnos con lo que realmente somos, pero si analizo esto me viene a la cabeza la asignatura de “Educación inclusiva”, donde aprendemos que dentro de un aula debemos atender a la diversidad, donde debemos acoger a todos por lo que son haciendo de esas diferencias similitudes entre iguales… En este hecho también se unifican culturas, el papel del profesor es recordar a cada uno de sus alumnos quién es para que no se olvide de su origen, si un docente desempeña bien este papel cuando un infante se hace adulto y aumenta su interactividad con Internet a pesar de alimentarse de las culturas ajenas también tendrá la capacidad de intervenir pero ante todo preservando unos principios, su propia identidad.
Finalmente para acabar, me gustaría mencionar el rol que desempeña la educación dentro de la enseñanza de las TIC y en el proceso de su adquisición. En primer lugar, decir que no solo debe existir un cambio de mentalidad, sino una reforma educativa que debe nacer dentro de nuestro sistema educativo, puesto que sus habitantes son quienes pueden modificar el mundo donde vivimos.
Para que este gran propósito se alcance es necesario contar con profesores bien cualificados en digitalización, ya que si la enseñanza no es la adecuada únicamente se fomentarán hábitos como los que he criticado con anterioridad. La enseñanza debe adaptarse a estos acelerados cambios y esto tendrá lugar si se incrementan las facilidades de utilidad. Por ejemplo, considero que la educación a distancia es una buena manera de favorecer este nuevo aprendizaje, dado que pueden beneficiarse aquellos individuos que por causas laborales o familiares no pueden asistir a las clases presenciales.
Otro factor de cambio, sería dejar de ver las tecnologías como un recurso didáctico del profesor, sino como una herramienta que potencia el “hiperaprendizaje”, es decir, una galaxia de tecnologías que fomentará la inteligencia de todos sus usuarios. Recordemos que en la escuela tradicional el docente manipulaba y dominaba la información, y en cambio al día de hoy un alumno puede tener a su disposición datos que todavía no ha adquirido su profesor, y no lo digo por desconocimiento, sino por falta de interés o por creer que es innecesario.
Como podemos ver aumentan las fuentes de información, aumentan los conocimientos, se definen y se incrementan nuestras habilidades y competencias, etc. En este sentido no creo que solo sea un interés económico, puesto que gracias a esas personas se enriquecen los sectores mercantiles.
En definitiva, la educación era, es y será nuestro motor de aprendizaje. En estos tiempos cobrará mayor importancia, se complementa con las tecnologías, genera individuos activos en su aprendizaje, ofrece oportunidades ilimitadas y necesarias para evolucionar dentro de las exigencias de la sociedad, proporciona calidad de vida y crea seres preparados para trazar su destino un destino que a pesar de ser impredecible te enseña a estar en la vanguardia.